Francisco del Cerro. RETRATO PROPIEDAD de la Real Academia Sevillana de Buenas Letras. DIGITALIZACIÓN: José Rodríguez Polvillo. |
Es el caso de D. Francisco del Cerro, Abogado de Tribunales del Reino y letrado titular del Ayuntamiento de Sevilla, además de Eclesiástico y Catedrático de Cánones en la Universidad, quien el 17 de junio de 1814 adquirió la hacienda mediante contrato privado a su anterior propietario, Juan Vizcaíno, por un precio de 125.000 reales de vellón.
La firma de la escritura tuvo que esperar más de un año, suscribiéndose ante el escribano público D. José de León y Rey el 23 de septiembre de 1815. En ella se explica que la hacienda se componía de «casa principal, habitación separada para el capataz, caballeriza, bodega, lagar con viga, sin husillo, diez y nueve tinajas y balsas de servicio, tres pilones, tres tinteros (...) molino para moler aceituna con piedra...» [1]. Tenía también «caldera y cabeza de cobre para fabricar aguardiente», caldera de arrope, una atarazana con 51 toneles, una huerta cercada de tapia y plantada de árboles frutales, un olivar con 240 pies de olivo y otro «llamado del Torrejón» con 1.933 pies más, entre otras pertenencias propias de la hacienda.
La epidemia de fiebre amarilla de 1819 debió sorprenderle a nuestro protagonista en Sevilla, ya que el 18 de octubre de ese año solicitó al ayuntamiento hispalense el permiso necesario para atravesar el cordón sanitario y trasladarse a Gines y Espartinas para las tareas de recolección en sus propiedades en estos municipios [2].
Cantabria, Liendo y el vino
Los orígenes familiares de Francisco del Cerro pueden situarse en Allendelagua, una pedanía de Castro-Urdiales (Cantabria) [3]. Este hecho, aparentemente de escasa importancia para su trayectoria sevillana, sugiere una posible relación que, con el pasar de los años, iba a resultar fundamental en el desarrollo económico de Gines y la difusión de su nombre como productor de vinos de la mayor calidad.
En este sentido, debemos señalar que en 1825, unos años después de la compra de la hacienda de Santa Rosalía por parte de Francisco del Cerro, es Pedro Liendo Cerro, también procedente de Castro-Urdiales, quien arrienda primero y compra después [4] una hacienda nombrada como «de las viñas», ubicada en la calle Real. La idéntica procedencia de ambos y el apellido compartido nos lleva a pensar en la más que probable existencia de lazos familiares entre ellos, siendo quizá Pedro Liendo sobrino de Francisco del Cerro.
A la espera de concretar dicho parentesco, lo cierto es que desde entonces la «hacienda de las viñas» comenzó a ser conocida como «hacienda de Liendo», convirtiéndose con los años en una gran productora de caldos que alcanzaron gran renombre.
Académico y Director
Volviendo a Francisco del Cerro, además de su faceta profesional como abogado, debemos señalar especialmente su carácter como prócer literario y cultural. Así, perteneció a la 'Academia Horaciana' de Sevilla [5], además de a la Real Academia Sevillana de Buenas Letras, una institución fundada a mediados del XVIII dentro de la corriente ilustrada y que Del Cerro llegó a dirigir en dos ocasiones. Ingresó en ella el 4 de noviembre de 1796 con un discurso titulado 'Explicación natural del Diluvio Universal', ofreciendo en su seno varias disertaciones más en los años siguientes [6].
Un incendio ocurrido el 20 de noviembre de 1807 en el Real Alcázar, sede por entonces de la institución académica, obligó a paralizar por completo su actividad, que no pudo retomarse en los años siguientes debido a la invasión francesa. Junto con otros académicos a los que la institución recuerda en una placa en sus actuales instalaciones, Francisco del Cerro fue uno de los grandes impulsores de la restauración de la Academia, que volvió a la vida el 5 de septiembre de 1820 [7]. Desde entonces, nuestro personaje pasaría a tener la consideración de Académico Numerario.
Desde el 7 de abril de 1826 Del Cerro ocupó el cargo de Censor en la institución académica, una responsabilidad que mantuvo hasta el 20 de abril del año siguiente, cuando se convierte en el director número XV de la Academia. En la dirección se mantendría durante cinco años, hasta el 27 de abril de 1832, cuando volvió a ocupar el puesto de Censor durante un año más. Una década después regresó a la dirección de la Academia en sustitución del erudito Alberto Lista. Esta segunda etapa al frente de la institución se prolongó desde el 8 de abril de 1842 hasta el 28 de marzo de 1845 [8].
Tanta estima le profesaron los demás académicos que el 15 de enero de 1843 adoptaron por unanimidad varios acuerdos en homenaje a Del Cerro, entonces todavía director de la misma. Así, se estableció que «si un día fuese relevado de este cargo por su edad o dolencias, tenga en la sala de sesiones un sillón destinado para su asiento, en señal de preeminencia». Igualmente, se acordó que «se cuelgue su retrato en dicha sala, con un rótulo que exprese la gratitud y afecto de la corporación» [9]. Fruto de su amor por la difusión de la cultura y por la propia institución académica, este mismo año Del Cerro pagó de su propio bolsillo la publicación del segundo tomo de las 'Memorias Literarias' de la Academia, que llevaban 70 años sin ver la luz.
Fiel al acuerdo adoptado, la Academia le dedicó un retrato que se conserva en su sede de la Casa de los Pinelo. Aparece signado «J.A. dl. Ríos Fecit» [10], completándose con la inscripción «A SU DIGNO Y CELOSÍSIMO DIRECTOR EL SEÑOR DON FRANCISCO DEL CERRO. LA REAL ACADEMIA SEVILLANA DE BUENAS LETRAS AGRADECIDA». Por gentileza de la Academia, lo reproducimos en estas páginas para memoria de uno de los personajes más destacados del Gines del siglo XIX.
JOSÉ RODRÍGUEZ POLVILLO
Publicado en la Revista de la Feria de Gines 2023
Con mi agradecimiento más especial a D. Antonio Collantes de Terán Sánchez y D. Antonio Caballos Rufino, Secretario y Bibliotecario respectivamente de la Real Academia Sevillana de Buenas Letras.
[2] ÁLVAREZ PANTOJA, María Jose: 'La vida cotidiana de una ciudad provincial. Sevilla. 1814-1820', en 'Archivo Hispalense'. Número 192. 1980.
[3] Archivo Histórico de la Real Academia Sevillana de Buenas Letras (AHRASBL), carp. 6.
[4] AHPSE. Sección de Protocolos. Signatura 21.057.
[5] HAZAÑAS Y LA RÚA, Joaquín: 'Noticia de las Academias Literarias, Artísticas y Científicas de los siglos XVII y XVIII'. 1888.
[6] AHRASBL. Base de datos de académicos.
[7] AA.VV. 'Catálogo de los académicos existentes en la Real Academia Sevillana de Buenas Letras en mayo de 1861'. Sevilla. 1861.
[8] AHRASBL, carp. 6.
[9] Diario de Sevilla, de Comercio, Artes y Literatura. 12 de febrero de 1843.
[10] RODRÍGUEZ AGUILAR, Inmaculada e ILLÁN MARTÍN, Magdalena: 'La galería pictórica de la Real Academia Sevillana de Buenas Letras', en 'Boletín de la Real Academia Sevillana de Buenas Letras', número 31.